Carpe Fucking Diem #2

Ya es Diciembre y he sobrevivido a esta tormenta académica y laboral forjada por mi afán de sobrellevar trabajos y mi capacidad de desarrollarlos a tiempo, después haber tenido una agitada semana y un estresante fin de semana el Lunes me dedique a celebrarlo con mis colegas tomando unas cervezas durante la tarde para luego llegar a mi casa a tomar la merecida siesta para recuperar el sueño perdido.

Sin embargo durante el mes de Diciembre volveré a entregarme al colapso y a las carreras aunque no sin antes disfrutar de al menos un día sin hacer nada, y aprovechando que no tenía nada para este Martes me propuse a salir y tener un día de esparcimiento.

El día comenzó nublado y desperté tarde (digamos 11:30-12:00) me levanté, puse algo de música para ambientarme y luego me tomé una aspirina debido a que me dio un leve dolor de cabeza producto de haber dormido demasiado durante la tarde de ayer y en la noche. Me duché y decidí que hoy sería el primer día del verano en usar short. El día estaba caluroso, aunque no tanto para justificar el short pero que más da.

Llegué al centro y como no había desayunado ni almorzado, mi primer enfoque estaba dirigido al rubro de la comida. Fue entonces que aterricé en mi local favorito donde venden empanadas de todo tipo en Paseo Bulnes, compre una de queso de milhojas y una Fanta pequeña, la comí tranquilamente, en contraste a las palomas que estaban rodeándome impacientemente, tratando de acercarse a mí con la intención de comerse las migas de la empanada que caían al suelo.

Luego de eso camine tranquilamente por el centro. En dirección a bellas artes para ir al MAC y al MNBA. Después de culturizar mis ojos encontré que era muy temprano para volver a casa por lo que fui a plaza de armas, compre el diario, una bebida y me senté a leerlo, creo que fue la primera vez en muchos años que leí un diario por completo. Luego un peruano se sentó a mi lado (menudo cliché) y me pidió fuego, a lo que le respondí que no fumaba y él me dijo que tampoco, que lo necesitaba para quemar la punta de sus cordones. Luego me retiré en busca de un basurero para deshacerme del diario y visualizando ya el basurero donde pensaba arrojarlo, decidí mejor dárselo a un señor que estaba sentado junto a este. Digo, es mejor dárselo a otra persona que botarlo después de todo.

Luego de eso, sin dirección nuevamente y teniendo algo de capital, fui a mi último destino. Fui al cine a ver 2012. Yo, la encontré buena, digo, los efectos especiales de esas magnitudes me emboban y mientras veía la película boquiabierto también me preguntaba que hubiese hecho yo en aquellas situaciones apocalípticas. Después del cine, comenzó a correr mucho viento, el día estaba muy fresco y finalmente decidí volver a mi hogar, eso sí, camine desde huérfanos hasta Santa Ana para aprovechar la brisa de esta tarde que se iba.

Es Diciembre y después de este relajante día, probablemente prosiga destrozándome laboral y académicamente, pero pienso que a la larga valdrá algo la pena de todos modos.Es diciembre y también es el último mes del año, es tiempo de replantearse y hacer los balances correspondientes. Aunque probablemente eso es algo que plantearé en una futura entrada.

Bienvenido seas Diciembre.